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Lectura de 6 min.

La importancia de la vibración del perdón vs odio

La intención de este escrito es llevar al lector a una reflexión o a una observación con conciencia del maravilloso poder del perdón. ¿Por qué? Porque he visto como el perdón sana y endereza lo torcido, ya que el perdón es una manifestación de amor. Este amor que se mueve dentro de nuestro ser, y que es parte de nuestra esencia como seres humanos. Es el amor la frecuencia que se utilizó para nuestra creación y es por amor que el ser humano ha logrado las más increíbles hazañas.

 

Significado de la palabra perdón según el diccionario de la Real Academia Española; Remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente. 

 

Sabemos que perdonar no es siempre algo que nace del corazón al momento de un suceso donde se nos ha creado mucho dolor. Para algunos, toma tiempo y para otros sencillamente ese momento nunca llega. Las personas sucumben a la muerte sin perdonar, es algo común de ver cuando oímos las historias narradas. Pero en este escrito deseo traer con mucho respeto unas pinceladas de las experiencias que he ido viviendo como practicante y terapeuta del código de la emoción.

 

Resulta ser que todo es energía, el ser humano es energía, tú, yo, y todo lo que existe. Lo único que no es energía es todo aquello que no existe.  Por tal razón, cuando somos engañados es energía en movimiento. Cuando somos traicionados es energía en movimiento, cuando nos ofenden es energía, y esa energía tiene una frecuencia baja, lo que la posiciona como una energía negativa.

Mientras más alta la frecuencia más positiva, así que los pensamientos negativos que están tramando una traición es una energía que crea sufrimiento a través de nuestra interpretación de lo que aprendimos que significa lealtad. Así que cuando nuestros ojos ven una deslealtad, o algún otro sentido, sea el oír o la percepción, esa energía se atrapa en nuestro corazón o en alguna parte de nuestro cuerpo.

Esta energía es creada por moléculas químicas generadas por nuestros pensamientos, que desatan un “rush” de químicos los cuales crean la emoción. De hecho, la palabra emoción es compuesta de dos palabras, (e) de energía y (moción) de movimiento = emoción. Por eso, la energía esta en movimiento, ya que las emociones representan la sazón de la vida y el tapiz de todo lo que vivimos. Recordemos que todo lo vivo tiene que moverse pues es energía, por eso el agua del río y del mar están en movimiento, así como la sangre de nuestro cuerpo. Nuestro planeta da vueltas constantemente al igual que el universo. Nuestras células están moviéndose sin parar, y nuestra materia prima, el átomo el protón y electrón viajan a la velocidad de la luz alrededor del neutrón.

 

Así que esto significa que esta energía real, entra y sale de nuestro cuerpo y es innegable por que la sentimos. No obstante, lo que la humanidad no sabe y es mi pasión poder dejarle saber es que esa energía se atrapa. Una vez se atrapa, comienza a resonar en nuestro cuerpo, lo que significa que la comenzamos a sentir. Una vez se siente, podemos comenzar el proceso de liberación o de alimentación. Esto significa que esas emociones atrapadas en nuestro ser pueden ser liberadas o alimentadas cada día lo cual van creando dolor, angustias, rencor u odio entre muchas otras cosas.

 

Cuando las llevamos al hombro, se convierten en un equipaje pesado porque al estar la persona vibrando en esas frecuencias, resulta ser que terminamos atrayendo a nuestras vidas más de lo mismo. Lo que significa que la mayoría de las veces terminamos convirtiéndonos en lo mismo que detestábamos y que sufrimos cuando jóvenes. Porque al sufrir sentimos la energía que nos está haciendo sufrir y atrapamos esas emociones. Al  esas emociones estar atrapadas dentro de nosotros, te van moldeando y convirtiendo en lo mismo, y esto se repite generación tras generación. 

 

No es hasta que llega el momento donde a través del conocimiento crecemos en conciencia y liberamos esas energías, las perdonamos, las manejamos correctamente y cortamos de raíz esa herencia negativa. Por cierto, no tan sólo heredamos en el aspecto genético, también heredamos energías del entorno de nuestros familiares y amigos mientras vamos creciendo. Para más información sobre este tema, te recomiendo leer el libro: “La biología de la creencia” del Dr. Bruce Lipton sobre la Epigenética.

 

El perdonar es espectacularmente purificante y liberador especialmente cuando entendemos que somos medidos con la misma vara con la que hemos medido. Esto significa que si no perdonamos no podemos exigir perdón, pues es difícil exigir lo que no hemos sido capacses de dar.      

 

Mateo 6:14-15

 

“Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros.  Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones”.

 

Muchas veces se nos hace muy difícil perdonar, porque no comprendemos como una persona fue capaz de haber hecho algo que nos produjo mucho daño

 

Voy a usar como ejemplo a un padre que maltrato verbalmente a su hijo y le fue infiel a su esposa procreando un hijo fuera del matrimonio.

 

¿Qué sucede en este caso? Que el niño que se está levantando en este escenario está sufriendo todos estos traumas y los está atrapando. Esto le crea mucho rencor, odio, ansiedad y desbalance energético. Así que el sufrimiento prolongado de todas estas malas decisiones de sus padres, los cuales están llamados a procrear y ofrecer a sus hijos una crianza sana y saludable, ya no cumple su función y desbalancea el entorno poco a poco que es la sociedad.

 

Esta sociedad entonces comienza a vibrar en las frecuencias que emanan de sus integrantes que somos usted y yo. Esto va creando un entorno desbalanceado dentro de hogares que a su vez están dentro de Puerto Rico que a su vez Puerto Rico está dentro del planeta tierra.

 

Por tal razón, si pudiéramos ver una ilustración de nuestras vibraciones como pueblo, probablemente las más fuertes serían vibraciones negativas. Pero, ¿cómo es esto posible? Supongamos que existen en Puerto Rico un millón de personas con situaciones parecidas, que mi impresión es que son muchos más, pero digamos que es esta la cifra. Ahora, retomando la data científica que afirman que somos energía y que toda energía crea un campo electromagnético, ¿cómo eso me afectaría? Pues mucho en realidad y te explico en la ilustración.

 

Si tomamos a Puerto Rico y representamos a ese millón de personas con un punto rojo en todos los sitios donde hay una persona con vibración negativa, esta sería la frecuencia que se observaría. Áreas llenas de color rojo resonando unos sobre otros donde las frecuencias de las personas negativas están sobre los que están positivos creándoles tentaciones energéticas constantes para tornarlos a negativos.

 

Lo que significa que, sale de nosotros una especie de aura que es un campo electromagnético que de acuerdo con los estudios científicos sale 20 pies fuera de nosotros a vuelta redonda creando un campo mórfico.

 

Este campo mórfico es una energía sobre nosotros que podría halarnos y seducirnos para conducirnos igual que esa frecuencia. Es más, o menos como el refrán: “dime con quién andas y te diré quien eres”, o “quien anda con un cojo cojea al mes ye está cojeando”. ¿Por qué? porque absorbes la energía de la persona.

 

Entendiendo este proceso el cual los científicos han logrado comprobar, se certifica que las frecuencias atraen, contaminan e influencian ya sea si es positiva o negativa. Por tal razón, si odias, tienes rencor o estás vibrando en cualquier otra emoción negativa, estás oscureciendo tu camino. De igual forma tu casa, trabajo y todo el que esté cerca de ti, se toma el riesgo de absorber tus odios y sin darse cuenta comenzar a odiar. No podemos dar lo que no tenemos, ¿cómo dar paz si no la sientes en tu corazón?

 

No tan solo eso, donde quiera que estemos parados en esa condición, ya sabes que tu energía al acercarte a otra persona debilita. No lo digo para crear miedo, esta información es real.

 

"Aferrarse a la ira es como agarrarse a un carbón caliente con la intención de tirárselo a alguien; tú eres el que te quemas."     Buda

 

“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.”

  Madre Teresa de Calcuta

 

 

“Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar”. Gandhi

 

Lamentablemente, hay personas que se han peleado con Dios, y lo culpan de sus pérdidas, de sus problemas y estrecheces. Otras personas culpan a sus padres, amigos, ex-esposos(as). Culpamos a todo el mundo menos a nosotros mismos. No nos hemos dado cuenta que somos nosotros mismos que co-creamos nuestro día a día con nuestro pensamientos y emociones.

La película “The Shack” ilustra majestuosamente esta realidad, donde el personaje de la película tiene la oportunidad de encontrarse cara a cara con Dios y le reclama por su pérdida. La respuesta de Dios es interesante porque nos muestra que somos seres de libre albedrío y responsables de nuestros actos y, aun así, él está presto para amarnos y aceptarnos como somos.

 

 

La pregunta es, si Dios te perdona, ¿puedes tener la capacidad de perdonarte? Porque en mi práctica como terapeuta del código de la emoción, con mucha frecuencia las personas sufren por la sencilla razón de no perdonarse a ellos mismos. Te pregunto ¿cuánto tiempo hace que te dices te amo? ¿Cuánto tiempo hace que no te besas y te abrazas a ti mismo?, pero con amor, no en una vibración de narcicismo.

 

Si sientes odio, por alguien y no logras perdonarlo, porque te hizo algo horrible, te invito a que te rindas al creador y depongas tus ideas, creencias y emociones negativas y comienza a repetir: te perdono. Dilo al menos en tu mente una y otra vez, tal vez no lo sientas al principio, pero poco a poco iras derrumbando ese muro. 

Por lo general, la estructura de la vida no es como nos han enseñado y existe un universo lleno de información donde necesitamos desaprender para comenzar nuevamente a aprender.

 

Lo interesante de esto es que las personas no se han enterado de que las emociones atrapadas pueden ser removidas fácilmente y que todos tenemos la oportunidad de poder sanar.

 

Lo maravilloso es, que una vez conoces esta hermosa herramienta es mucho más fácil retomar las acciones del pasado y perdonar. Cuando entiendes que todos somos iguales y que cada uno de nosotros de una o de otra forma pasamos por situaciones similares, nos damos cuenta de que no podemos juzgar a nadie y que todos somos uno.

 

Un planeta, una raza, un mar, un cielo, un aire.

 

La frecuencia del perdón es extremadamente poderosa y tal vez sea precisamente la vibración que te haga falta en este momento para enderezar tu vida, tu relación con tu pareja o con algún familiar. Mas aun para abrir la llave de la abundancia económica, abundancia de trabajo con ingresos que jamás pensaste posible. Así son los misterios del bien, hazlo sin mirar a quien. 

 

Sin duda, para aquellos que somos creyentes de la divinidad de Dios, queda establecida la veracidad de su existencia y la ciencia cada día lo va reafirmando.

 

El libro El Código de la Emoción, es una extraordinaria herramienta que te ayudará a liberarte. Estudia, lee y provoca siempre la expansión de tu conciencia. Dios te bendiga.

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