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La manifestación del pensamiento

Lectura de 4 min.

Déjame comenzar haciéndote una pregunta, ¿tú crees en la idea de que los pensamientos afectan nuestra vida? ¿Que depende si el pensamiento es positivo o negativo, es como te sentirás?

 

Pienso que has contestado que sí a esta pregunta, así que si sabemos que podemos afectar nuestra vida con el pensamiento, te pregunto, ¿Esta mañana al levantarte creaste deliberadamente y con conciencia pensamientos diseñando tu día para crear tus deseos en realidad? 

 

Según estudios, la verdadera razón por la cual las personas no toman tiempo para hacerlo es porque no creen que es posible. Pero de acuerdo con los neurocientíficos, está probado que el pensar claramente en lo que deseamos, visualizarlo y sentirlo como si ya hubiera pasado puedes lograr obtenerlo. 

 

Resulta ser que tu cerebro es una grabadora de tu entorno y tu pasado, utiliza agua para transportar energía pues somos 80% agua, y por tinta utiliza las emociones grabadas en el papel de tu célula de tu cuerpo. Si grabáramos como nos sentimos todos los días, hora por hora, vemos como subimos y bajamos emocionalmente a través del día. Esto nos daría porcentualmente la certeza de saber si somos alegres, tristes o inclusive iracundos. Te sorprenderías saber que muchas personas en realidad tienen un concepto fuera de la realidad de lo que verdaderamente son, o sea piensan que son felices cuando en realidad no lo son. De acuerdo con estudios el Dr. Joe Dispenza ha logrado probar que el entorno nos va moldeando pues el cerebro va absorbiendo y grabando todo lo que te sucede diariamente y esa información es la que utilizas para resolver tus problemas. 

 

Si es así, ¿los pensamientos controlan el entorno? o ¿es el entorno que emocionalmente controla nuestros pensamientos? Para aclarar, el entorno es todo lo que te rodea, especialmente tu hogar, tu escuela, tu trabajo etc...

Mientras que tu entorno maneja tus emociones, tu comienzas a pensar como tu entorno, porque tu aprendes constantemente de él. Por ejemplo; estás en tu casa y suena el teléfono y es para tu mama y ella te dice dile que no estoy, parece ser algo tonto pero el cerebro lo interpreta como, mentir es una solución, una alternativa y como somos todavía niños lo grabamos. Más adelante cuando nos encontramos en situaciones similares acudimos a esa alternativa. Eso sucede en todo y con toda acción pues el cerebro va creando una interpretación. A su vez, el pensamiento segrega químicos que salen al torrente sanguíneo para activar las emociones y parear lo que piensas con lo que sientes. Si estás pensando en el regaño que te dio tu padre, tu cerebro segrega químicos que se allegan al pulmón o al colon que son los 2 órganos que científicamente se ha encontrado que generan la emoción de tristeza.  

 

La trampa está en que estas situaciones se convierten en una distracción, mientras el entorno te mantiene ocupado, no tienes tiempo de aprender estudios científicos, leer libros y cosas nuevas y la ley cuántica dicta que mientras pienses lo mismo recibirás más de lo mismo. La razón de esto es porque no le otorgas al cerebro información nueva para que él te brinde al pensar más alternativas para resolver los problemas o para tomar buenas decisiones. En otras palabras, visualízate como si fueras una computadora, y solo tiene un programa, vamos a decir Word. Lamentablemente, si tienes que hacer una ecuación con fórmulas no la vas a poder hacer tan fácil como si tuvieras Excel instalado en el disco duro. Esto te hace dependiente del que tenga el programa y que esté dispuesto a ayudarte. Porque muchas veces el programa está disponible pero nosotros no nos interesamos en instalarlo.  

 

Como único podemos cambiar, mejorar, evolucionar es pensando más allá de nuestro entorno, según el Dr. Joe Dispenza. La prueba está en cada uno de nosotros, si observamos la vida de Gandhi, Martin Luther King, Buda o cualquier personaje grande de la historia. Ellos tenían una idea clara del futuro, de lo que se querían convertir, de lo que soñaban y cada uno de ellos aún después de la muerte lo lograron. Sus pensamientos se materializaron, porque al pensarlos con esa fuerza interior visualizándolo y viviéndolo como si ya hubiera pasado, ese pensamiento que es energía es lanzado al campo cuántico que es la fábrica de la materia convirtiéndolo en realidad.  

 

Te pregunto, ¿Crees que lo que tú desees podrá llegarte en un futuro? Pues los creyentes en Dios le llamamos fe, es cuando creemos que tendremos algo que no tenemos, que no puedes tocar, que no puedes oler, que no puedes sentir físicamente pero que al pensarlo y desearlo tanto tu cerebro te hace creer que eso ya lo lograste y al tiempo se convierte en realidad. 

  

La Neurociencia ha comprobado que es absolutamente posible una y otra vez. La manera de una persona ver las cosas es lo que define la personalidad. La personalidad significa la realidad de esa persona, como se siente, que emoción experimenta sostenidamente dependiendo de su forma de pensar. Eso crea un comportamiento que a su vez desarrolla un hábito lo cual pertenecen a la realidad de esa persona. Muchas personas incluyéndome hemos tratado de cambiar nuestra personalidad utilizando la misma realidad personal y nunca funciona y nunca funcionará. La única manera de cambiar es almacenando información, conocimientos, para darle al cerebro nuevas posibilidades para escoger, en otras palabras, expandiendo la conciencia. 

 

Porque la ley cuántica dicta que tu entorno es una extensión de tu mente. Así que a medida que mantengas la misma información en tu cerebro tu entorno se mantendrá igual.  

 

Pero para abrir tu conciencia, es importante entrar en un estado de observador. ¿Cuantos conocen o entienden lo que es el llamado campo cuántico? Donde está comprobado que el observador puede cambiar el resultado de solo pensar en una posibilidad diferente, pues las posibilidades son infinitas. 

 

Por otro lado, el desconocimiento, la falta de información genera: pensamientos negativos, que a su vez activan en el cerebro químicos para que el cuerpo sienta lo que estás pensando, o sea la mente (parea) el pensamiento para convertirlo en sentimiento, que significa sentirlo en carne propia.  

 

Ahora la ciencia ha descubierto que no tan solo los pensamientos generan químicos que crean las emociones, sino que también estos químicos son altamente adictivos, y esto si crea una gran complicación cuando vivimos la vida sin este conocimiento, porque nos saboteamos constantemente las soluciones, la felicidad y la comprensión hacia los demás y a nosotros mismos. 

 

El problema es que cuando la mente quiere crear pensamientos positivos. El cuerpo dice, no, no, no… espérate un momento, tú me has enviciado con tus pensamientos negativos por 30 años y ahora quieres cambiar de la noche a la mañana, porque quieres ser positivo. Lo que crea un conflicto inmediatamente y comienza un forcejeo entre el pensamiento negativo contra el positivo, porque el cuerpo físico necesita mantener el pensamiento positivo por un tiempo prolongado para que el cuerpo se acostumbre a esos nuevos químicos a los que lo tenías acostumbrado.

Para poder cambiar necesitamos:

 

Remover la memoria celular de la emoción que provocan los químicos (lo logramos con la técnica del Dr. Bradley Nelson del código de la emoción)

 

Convertirnos en creadores

 

Pensando y sintiendo como que ya somos lo que queremos ser con conciencia (Por las mañanas o en la noche tomar de 10 a 15 minutos para pensar en lo que quieres y visualizarte como si lo hubieras alcanzado)

 

Enfocarte en la energía positiva no en las partículas, la energía positiva es creada por tus pensamientos positivos y la visión de lo que deseas alcanzar. La adicción proviene de las partículas que forman tu materia.

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