Habacuc Cardona

— Si dice que está vivo lo apretaré y cuando esté muerto lo dejaré caer al suelo; si dice que está muerto, simplemente lo liberaré.

Fue así como el muchacho llegó hasta donde estaba el sabio y le hizo la pregunta. Ante la presencia de un concurrente público, el sabio miró al joven y le dijo:

— Muchacho, la respuesta está en tus manos.

Muchas veces dentro del matrimonio, existen diferencias que pueden ser de simples a complicadas y cuando lo analizas ambas partes tienen una porción de la verdad. Por lo general, si estas observando con conciencia y sinceridad, puedes darte cuenta de que la otra persona tiene también razón en una porción al igual que tú. Entonces es prudente decirle a tu pareja: mi amor, vamos a analizar esta situación, yo entiendo tu proceso y ciertamente tienes razón en esta parte, pero te pido que te pongas en mi posición, al igual que yo, para que veas mi parte y porqué actúo de esta manera.

Diferir no significa que no amas con quien difieres; significa que estás dispuesto a poner tu punto de vista donde la otra parte podría traerte una enseñanza que debes aprender o viceversa.

Por eso, esta frase es tan famosa “todo depende del cristal con que se mira” .

Vamos a analizar el significado
de la verdad: Tomado de Wikipedia®

El término verdad se usa informalmente para significar la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere o la fidelidad a una idea. El término se usa en un sentido técnico en diversos campos como la ciencia, la lógica y matemáticas o la filosofía.

El uso de la palabra verdad abarca, asimismo, la honestidad, la buena fe y la sinceridad humana en general; también, el acuerdo de los conocimientos con las cosas que se afirman como realidades: los hechos o la cosa en particular; y, finalmente, la relación de los hechos o las cosas en su totalidad en la constitución del Todo, el Universo.

Las cosas son verdaderas cuando son «fiables», fieles porque cumplen lo que ofrecen.

El término no tiene una única definición en la que estén de acuerdo la mayoría de los estudiosos y las teorías sobre la verdad continúan siendo ampliamente debatidas.

Básicamente en esta definición, al igual que en todas las que he encontrado, la palabra verdad es algo que está sujeto y abierto a interpretación, cuando hablamos de cosas intangibles. Con esto me refiero al modo de ver las cosas, no de cosas tangible como: esta casa es de color blanca, pues si es verde vemos claramente la verdad.

Así que la verdad a los ojos de una persona puede ser una y en otra persona puede ser otra cosa y depende de los valores y la estructura dentro de la crianza del ser humano. Un ser que tuvo padres que les encantaba ir a fiestas y que nunca sacaban tiempo para trabajar el aspecto espiritual crea un desbalance, ya que somos seres espirituales. Unos padres que solo encaminan a sus hijos en actividades espirituales, de igual forma, pueden causar un desbalance pues si algo es real es que la vida es multifacética.

Ahora bien, vamos a introducir a este tema una verdad que no ha sido contemplada por la humanidad, por una sencilla razón, porque no teníamos el conocimiento. Según mi práctica en el Código de la Emoción, el 99% de mis clientes, no tenía el conocimiento, o al menos no había deducido que somos energía, que, de hecho, todo es energía. Si comprendieras que tú eres energía, y me vieras a mí como energía y observaras entendiendo que todo lo que existe es energía, tu vida cambiaría al momento. Incluso las definiciones de lo que consideras que es verdad, cambiaría.

Porque al comprender que todo es energía, entonces comprendes que los pensamientos son energía, y si comprendes que los pensamientos son energía, entonces puedes entender que existen 2 energías: una positiva y otra negativa. Al entender esto, entonces puedes comprender que las emociones son energías codificadas, que cada una tiene una fórmula específica para hacernos sentir una experiencia distinta al sentirlas. El miedo es una energía específica, el pánico, la desesperanza y la lista es larga.

Está probado científicamente que estas energías son creadas por nuestro cuerpo, sea al pensar, sentir o al mirar y se mueven de un lugar a otro como el viento, a través de nuestro pensamiento, intensión o sentimiento. De igual forma, estas energías pueden atraparse en nuestro cuerpo. Cuando se atrapan pueden resonar, o sea, comenzar a vibrar, que no es otra cosa que comenzar a sentir esa frecuencia en nuestro ser. Esas frecuencias, llamadas emociones, son espectacularmente poderosas y pueden hacer que veas las cosas de otra perspectiva, confundirte y alejarte del éxito o logros que lleves dentro de tu corazón.

Por ejemplo, tuviste un accidente automovilístico fatal y desde entonces no puedes subirte a un auto sin sentir estrés. Tu pareja te fue infiel, por lo tanto, todas las parejas no sirven, el amor no existe. ¿Es esto verdad? Claro que no lo es, y en el fondo tú sabes que no es verdad, pero tú fuiste quien sufriste esa experiencia, por tal razón, desde tus ojos y tu corazón es una gran verdad. Así que esas emociones que atrapaste en tu corazón te alejan de la felicidad y, peor aún, te hacen tomar nuevas decisiones que van formando tu entorno, el cual también es energía convirtiéndolo en energía negativa.

Entonces comienzas a atraer hacia ti las frecuencias en las que estás vibrando y se siguen empeorando las cosas. Porque tienes en tu corazón odio, tristeza, ira, resentimiento y así es difícil crear un entorno positivo. Porque no puedes construir una columna con arena, ni puedes hacer un puente con cartón, tampoco una vida feliz y exitosa sintiéndote insatisfecho con la vida.

Porque, ¿cómo vas a sentirte satisfecho con tus acciones si no tiene satisfacción en tu corazón al vivir? ¿Cómo dar amor cuando se siente odio? ¿Cómo soñar cuando estás con molestia?

Así que todas estas cosas pueden sacarte de la realidad, o sea de ver la verdad. Por tal razón, es importante entender que cada persona puede ver las cosas desde su realidad, pues somos un reflejo de lo que cargamos por dentro. Hay un texto bíblico que me enseñaron desde pequeño, Lucas 6:45 (Reina-Valera 1569)

45: El buen hombre, del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre, del mal tesoro de su corazón saca lo mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca.

Por tal razón, hablarás y te conducirás dependiendo de las energías que estés cargando como equipaje.

Unas son livianas y otras demasiado pesadas que agobian al caminar, que a su vez te harán ver las cosas desde un punto de vista en específico. Por eso, para el sistema Jurídico es importante tener en un juicio un jurado de múltiples personas. En nuestro sistema usualmente son 12 personas. Esto asegura que diferentes personas con distintas formas de ver las cosas puedan enfocarse en los hechos y que los mismos sean tan contundentes que puedan adjudicar un veredicto con justicia.

Otra palabra muy allegada a la verdad, justicia. De ser justos al mirar una situación y analizar los hechos, pues en realidad “un buen juez siempre oye ambas partes”. ¿Por qué?, para tener elementos de juicio. Siempre hemos oído que no podemos juzgar a nadie. Yo soy un defensor absoluto de este pensamiento. No obstante, reconozco que en el día a día debemos tomar decisiones constantemente y decidir.

Para decidir debemos pasar un juicio, especialmente si estamos analizando una situación con nuestros hijos. Somos los padres, la mayoría de las veces, una especie de juez, que determina, si será o no será, si va o no va y, muchas veces, nuestros hijos no están de acuerdo con el veredicto. Tengo que admitir que, en ocasiones, no he tomado buenas decisiones porque no he sido lo suficientemente objetivo para entrar a la mente de mi hija y entender porqué ella actuó de la manera que lo hizo. Así que, para sus ojos yo no tengo la verdad y, nuevamente, el dicho “todo depende del cristal con que se mira”, cobra relevancia.
Quiero compartir contigo algo que he descubierto, que me ha ayudado a recibir gratificaciones, logros y mucha satisfacción.
 

Liberar emociones del pasado que me afectaban para tomar decisiones en el presente.

Entender tu esencia como ser humano y lo que eres, lo cual es energía.

Comprender que vibro y que esa vibración atrae la misma frecuencia hacia mí en la que estoy vibrando.

Que cuando pienso, siento lo que pienso. Si pienso en tristeza, siento tristeza, igual que alegría.

Buscar libros que me enseñen a resolver las cosas que siente mi corazón deben ser corregidas.


En mi corazón existe un deseo infinito de comunicar mis experiencias, porque en un momento de mi vida, me encontré solo, enfermo y rebelde con la vida. Descubrí que absolutamente todo había sido creado por mí. Que las personas que pensaba que eran responsables de mi desdicha eran víctimas como yo de sus propias ignorancias y desconocimiento. Después de todos estos años, puedo decirte que esto es una gran verdad.