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Los beneficios de “GROUNDING”
en la orilla del mar

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En ediciones pasadas hemos hablado sobre los beneficios del “grounding”. El grounding no es otra cosa que hacer contacto directo con la tierra, o sea poner nuestros pies sobre la grama o directamente a la tierra. Pero si bien es cierto que hacer graunding es una de las formas más efectivas para desinflamar nuestro cuerpo, enterrarte en la arena frente al mar te dejará sin palabras. He oído tantos testimoniales de personas con dolores fuertes debido a la hinchazón de las piernas, codos, espaldas que se han enterrado en la playa por 30 a 40 minutos y cuando salen se sienten mucho mejor, hasta han reportado salir sin dolor. Es una experiencia muy bonita sentir cómo la madre tierra y su frecuencia trabaja en nuestro cuerpo ayudándonos a sentir mejor, pero esto tiene una explicación científica.


Las investigaciones han demostrado que las funciones del cuerpo son más eficaces cuando haces contacto directo a la tierra (descalzo) o duermes conectado a tierra. La razón es que cuando usted se conecta a tierra entran a su cuerpo millones de electrones negativos, lo que le permite suplirse o disfrutar de una frecuencia rítmica que alínea todos los sistemas rítmicos de su cuerpo. Esto se conoce como los ritmos circadianos y son los que gobiernan su cuerpo. De hecho, tenemos un artículo muy interesante sobre este tema en las páginas 14 y 15.


Por otro lado, existen pruebas y estudios que se han venido realizando desde hace 15 años en The Earthing Institute, que señalan una gama amplia de resultados favorables para la salud. Estos incluyen la mejora del sistema inmunológico, el sueño y la energía, disminución de la inflamación y el dolor, un efecto normalizador de la hormona del estrés cortisol), la reducción y/o normalización de la tensión, mejora el flujo sanguíneo, la reducción de los indicadores principales de la osteoporosis y la mejora de la regulación de la glucosa.


Una de las formas más emocionantes de cómo trabaja el grounding es que proporciona fácilmente un suministro único de electrones al cuerpo, que generan efectos antioxidantes protectores y significativos frente a la inflamación crónica, la causa subyacente de muchas enfermedades comunes de salud.


La conexión con la tierra también se puede lograr mediante el uso de una sábana y fundas de almohadas, colchonetas colocadas en su sillón favorito o en un escritorio de la computadora, así como bandas de cuerpo y parches. Sabemos que a veces el estar descalzo al aire libre no es práctico, dependiendo en el lugar donde viva. Los estudios son claros y en los mismos se ha demostrado que mientras más tiempo las personas pasan en contacto con la tierra, ya sea al aire libre o en interiores, mejor se sienten.

Para poder entender este fenómeno, mejor vamos a darle una ojeada a las dos formas de electricidad que están presentes en nuestro entorno, que posiblemente pueden afectar a la forma en que nos sentimos. Aquí nos vamos a centrar en la electricidad DC y AC.


La superficie de la tierra es la entidad de más carga negativa en el entorno humano, debido a una reserva prácticamente ilimitada y renovada de electrones libres. Este mar invisible de electrones está sujeto a una amplia gama de ritmos y movimientos de acuerdo a los estímulos provenientes del sol y la luna. Estos electrones crean un campo eléctrico que es una parte esencial de la corriente eléctrica global (para más información sobre la superficie electrodinámica de la Tierra, busque en la internet; Gaétan Chevalier, The Earth’s Electrical Surface Potential: A Summary of Present Understanding).


Todos los seres vivos trabajan naturalmente en un rango de frecuencias con el que nos baña la madre naturaleza. Técnicamente hablando, las frecuencias más importantes en el ambiente en que vivimos son: 7.83Hz, 14.3Hz, 20.8Hz, 27.3Hz y 33.8Hz, siendo el 7.83Hz la primordial. Estas son llamadas las resonancias Schumann, por el científico que redescubrió su existencia en 1953. Cuando usted está conectado a tierra, o sea descalzo en la grama, su cuerpo está absorbiendo electrones negativos de la superficie. Esto lo hace para traer la corriente de su cuerpo al mismo nivel que el de la tierra 7.83hz.


Lo interesante es que no tan solo la tierra tiene esta frecuencia, sino que también se descubrió que el cerebro trabaja sobre esta misma frecuencia. A lo largo de la historia, la vida en el planeta ha sincronizado nuestro cuerpo biológico a este recurso natural. En los tiempos de nuestros abuelos todo era manual y el hombre, por obligación, tenía que hacer contacto con la naturaleza de forma directa, especialmente con la tierra. Lamentablemente, para esos tiempos no se sabía el gran beneficio que esto significaba. Para ese entonces eran muy pocos los problemas de salud y no existían la variedad de enfermedades que hoy se conocen.


AC es la producción de electricidad artificial con una ampliagama de frecuencias (medidos en Hz, es decir, ciclos por segundo) que se utiliza en el mundo de hoy. La electricidad AC es producida por los generadores eléctricos con combustible fósil mayormente y distribuida en toda una comunidad a través de cables aéreos o subterráneos. Hace más de cien años, AC fue elegida sobre DC como la forma más eficiente para proporcionar energía eléctrica a través de largas distancias. Generadores en las centrales inician el movimiento de los electrones, y este movimiento se transmite a través de la línea, llena de electrones, casi a la velocidad de la luz, para producir la energía que hoy alimenta nuestros hogares.

 

Llegó la electricidad que le dio paso a la luz y la era de la industrialización. El ser humano comenzó a utilizar zapatos, usar transportes, dormir en camas y a construir pisos en nuestras casas, sin percatarnos que teníamos que crear un balance para disfrutar de estos avances sin los efectos secundarios que hoy sufrimos. Entonces, comenzamos a crear ciudades y el modernismo nos arropó. Nos distanciamos de nuestra Madre Naturaleza y perdimos el norte de nuestra esencia como seres humanos.


La euforia de crear artefactos para ayudarnos a ser más eficientes nos cegó y ahora sufrimos las grandes cargas electromagnéticas de todos nuestros enseres como: la nevera, estufa, televisores, lámparas, radios, lavadora de ropa, secadora de ropa, secadora de pelo, horno de microondas, celulares, wifi y teléfono inalámbrico. Es importante señalar que nuestras casas son cajones arropados de cables eléctricos. Unido a lo antes mencionado, hemos creado la mayor intoxicación electromagnética jamás antes sentida por el hombre. Lo que, a su vez, ha provocado, según estudios científicos, que actualmente suframos de una sobre estimulación de carga electromagnética 700,000 mil veces mayor que nuestros abuelos. Es por eso que nuestras células sufren constantemente y somos tan susceptibles al estrés. Trata de hacer ground con la tierra y disfruta de los efectos positivos de este redescubrimiento, es gratis.

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